Modificación de la Ordenanza Reguladora del Impuesto sobre Bienes Inmuebles
El Impuesto sobre Bienes Inmuebles es un tributo que grava la propiedad de los bienes inmuebles situados en un determinado territorio. En este sentido, es importante que la normativa que regula este impuesto esté actualizada y sea acorde a las necesidades y realidades del momento. Por ello, se ha llevado a cabo una modificación de la Ordenanza Reguladora del Impuesto sobre Bienes Inmuebles con el fin de adaptarla a las nuevas circunstancias y mejorar su eficacia.
En primer lugar, se han introducido cambios en los criterios de valoración de los bienes inmuebles. Estos criterios son fundamentales para determinar la base imponible del impuesto, por lo que es necesario que estén actualizados y reflejen de manera precisa el valor real de los inmuebles. Con la modificación de la ordenanza, se han actualizado los valores catastrales de los inmuebles, lo que permitirá una mayor precisión en la determinación de la base imponible del impuesto.
Por otro lado, se han modificado también los tipos impositivos aplicables al Impuesto sobre Bienes Inmuebles. Estos tipos impositivos determinan la cuantía que deben pagar los contribuyentes en función del valor de sus inmuebles. Con la modificación de la ordenanza, se han ajustado los tipos impositivos para garantizar una mayor equidad en la tributación y adecuarlos a la situación económica actual.
Además, se han introducido cambios en las bonificaciones y exenciones fiscales aplicables al Impuesto sobre Bienes Inmuebles. Estas medidas tienen como objetivo fomentar la rehabilitación de inmuebles, la protección del patrimonio histórico y la promoción de la eficiencia energética. Con la modificación de la ordenanza, se han ampliado las bonificaciones y exenciones fiscales existentes, lo que incentivará la realización de actuaciones que contribuyan a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
En resumen, la modificación de la Ordenanza Reguladora del Impuesto sobre Bienes Inmuebles tiene como objetivo adaptar la normativa a las nuevas circunstancias y mejorar su eficacia. Con los cambios introducidos en los criterios de valoración, los tipos impositivos y las bonificaciones fiscales, se pretende garantizar una mayor equidad en la tributación y fomentar actuaciones que contribuyan al bienestar de la ciudadanía.
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