El segundo encierro de las Ferias y Fiestas en honor a la Virgen de la Antigua en Guadalajara se prolongó este viernes durante 44 minutos y 30 segundos, una duración muy superior a la habitual. Esto se debió a que el toro número 24, de la ganadería de José Vázquez, se detuvo en el tramo alto de la calle Mayor por falta de fuerza, lo que obligó a desplegar todos los recursos de seguridad previstos.
Desde la labor de los pastores hasta el uso de bueyes escoba y las nuevas puertas antirretorno, se tomaron medidas para garantizar la seguridad de corredores y espectadores. A pesar de la prolongación del encierro, no se registraron incidencias de consideración, excepto por un corredor que pudo resguardarse en una gatera instalada en el vallado.
El concejal de Festejos y tercer teniente de alcalde, Santiago López, junto con otras autoridades locales, elogió la labor de los pastores y destacó que las medidas implementadas este año garantizan la seguridad en situaciones excepcionales como la ocurrida ese día. El toro afectado será sometido a revisión veterinaria para determinar si puede lidiarse esa tarde, y de no ser así, se recurrirá a los toros sobreros previstos.
Se desconoce si la falta de fuerza del toro podría haber sido causada por algún posible resbalón en el trayecto. Además, dentro de la plaza, otro toro arremetió contra las tablas, pero se considera que estas cumplieron su función de proteger a las personas presentes.
Tanto el concejal como la alcaldesa de la capital, Ana Guarinos, resaltaron la buena afluencia de corredores, el ambiente festivo en la ciudad y la creciente proyección nacional de los encierros. A pesar de la duración inusual del encierro, se enfatizó en que lo más importante es garantizar la seguridad de todos los participantes.
Por último, se hizo hincapié en que los toros corridos ese día en el encierro son toros en puntas que se lidian por la tarde, resaltando la importancia y el atractivo de los encierros como una tradición emblemática de Guadalajara.
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