La carretera provincial AB-300, que conecta la autovía A-31 con el Parador Nacional de Albacete, se encuentra cerrada al tráfico debido a las intensas lluvias que han afectado la zona de Chinchilla de Montearagón. Estas lluvias han superado los 45-50 litros por metro cuadrado en pocas horas, provocando inundaciones que han obligado a tomar medidas de seguridad.
El vicepresidente de la Diputación de Albacete, Fran Valera, ha inspeccionado la zona afectada junto con el personal técnico del Servicio para evaluar los daños y coordinar las labores necesarias para la reapertura segura de la vía. Según Valera, las lluvias intensas en la zona de Chinchilla suelen causar problemas en el paraje del Hondo de la Morena, donde la carretera AB-300 se encuentra en el punto más bajo del terreno, propiciando el embalsamiento de agua.
Debido al nivel de inundación actual, las tareas de limpieza no pueden llevarse a cabo de inmediato. La prioridad es esperar a que el nivel del agua disminuya para poder intervenir con maquinaria y restablecer la circulación, estimando que se pueda lograr durante la tarde o a primera hora del día siguiente.
En cuanto a los accesos al Parador Nacional, Valera ha asegurado que se mantienen seguros y operativos. El director del establecimiento, Javier Álvarez, ha confirmado que la entrada y salida por la carretera de Murcia se encuentra en condiciones normales y seguras, sin afectar la ocupación plena del lugar.
La Diputación de Albacete está a la espera de las decisiones de los organismos competentes, como la Confederación Hidrográfica o el Gobierno de España, para abordar soluciones a largo plazo. Se plantea la posibilidad de elevar la carretera como medida preventiva, aunque se considera necesario realizar acciones hidráulicas más profundas para evitar futuros episodios similares.
Se seguirá monitoreando la evolución del terreno y del nivel del agua con el objetivo de reabrir la AB-300 lo antes posible y garantizar la seguridad de los usuarios.
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