La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo llevará a cabo el juicio contra F.A.M., ex director de la sucursal de Caja Castilla-La Mancha –ahora Liberbank– en Las Herencias (Toledo), el próximo martes 8. Se le acusa de aprovecharse de la confianza de sus vecinos para apoderarse de los fondos de hasta 37 clientes del banco sin autorización, entre enero de 2000 y febrero de 2013.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, el acusado enfrenta una solicitud de seis años de prisión por delitos de apropiación indebida, falsedad en documentos mercantiles, estafa en concurso con falsedad en documentos mercantiles.
El Fiscal sostiene que, durante esos años, el acusado se apropió de los fondos de los clientes con la intención de obtener un beneficio ilegítimo. Recogía las firmas en documentos en blanco de los clientes, que luego utilizaba internamente para disponer en efectivo de las cuentas. También disponía directamente de los fondos sin entregar documentación justificativa o retenía los ingresos en efectivo.
Cuando los clientes solicitaban confirmación de saldos, actualizaciones de libretas o justificantes de operaciones, el acusado les proporcionaba libretas completadas a máquina de escribir, así como formularios manipulados con el sello y firma de la oficina. Realizaba las operaciones directamente desde su puesto de director, utilizando las claves de otros compañeros en sus ausencias, o de forma indirecta, mediante órdenes a empleados subordinados.
La cantidad económica en cuestión asciende a 1.066.305 euros, correspondientes a disposiciones indebidas de 29 clientes. Se ha restituido el importe total de 1.003.305 euros a 27 clientes, quedando pendiente la aceptación de la restitución por un importe de 63.000 euros para dos clientes. Además, se suman 697.197,55 euros correspondientes a seis operaciones de activo de cinco clientes con cancelación registral pero sin cancelación económica de la deuda.
También se contabilizan 6.192,42 euros por descubiertos en las cuentas de tres clientes, que se utilizaron para el pago de recibos de otros clientes, generando descubiertos injustificados que ya han sido regularizados.
Además de la pena de prisión, el Fiscal solicita una multa diaria de 12 euros durante 12 meses para el acusado, y que indemnice a Liberbank con 1.072.497,42 euros, más 697.197,55 euros y 6.192,42 euros, con responsabilidad subsidiaria de Liberbank por las cantidades pendientes de pago a los perjudicados.