El ex profesor del Conservatorio Almansa acusado de un delito de agresión sexual admitió en el juicio que tuvo lugar el miércoles en la sede del Tribunal Superior de Albacete que abrazó a la víctima, pero aseguró que no le tocó el pecho. Afirmó que abrazó al estudiante, pero no era consciente de haber tocado el pecho del niño ni lo hizo intencionalmente.
«Por lo general, doy dos besos y abrazos a muchos estudiantes como saludo y siempre con su consentimiento», dijo el maestro sobre los eventos que supuestamente ocurrieron en octubre de 2022, por los cuales el fiscal pidió una sentencia de 2 años y 6 meses de prisión para el acusado. Además, la acusación también solicitó 5 años de libertad y ocho años de inhabilitación para trabajar con menores.
Según la acusación del fiscal, la víctima, que en ese momento tenía 17 años, no pudo controlarse.
El menor denunció al maestro en la Guardia Civil de la ciudad de Albacete, asegurando que en reuniones de clase anteriores, el maestro lo hizo sentir incómodo con sus abrazos y cercanía, llamándolo «hermoso» y pidiéndole fotos a través de redes sociales.
La presunta agresión ocurrió el 28 de octubre de 2022, cuando habían transcurrido unas cinco clases desde el inicio del curso, en una habitación del conservatorio donde solo estaban el maestro y el alumno.
En cuanto a su relación en línea, el acusado justificó que seguía a muchos estudiantes en redes sociales debido a su responsabilidad en «actividades extracurriculares, como conciertos», lo que lo llevó a mantener una presencia en plataformas como Instagram. Explicó que estaba interesado en sus alumnos y sus intereses para motivarlos. Afirmó que a través de las redes podía descubrir cosas que les sucedían o ver cómo avanzaba su vida.
El maestro aseguró que su intención al preguntarle al alumno «por qué no tenía fotos en sus redes sociales» y al elogiarlo era elevar su autoestima. Explicó que la niña no se abría mucho, tenía pocos amigos y le dijo que no publicaba fotos porque no le gustaban. Aseguró que solo intentaba animarla.
Además, el acusado admitió que pedía fotos de carnés a sus alumnos, como hacía cada año, «para hacer un registro anual y recordar sus caras». Sin embargo, el fiscal consideró que esta justificación no era creíble, ya que la administración del Centro proporcionaba las fotos adecuadas y la dirección del conservatorio «no recomendaba solicitar redes sociales o números de teléfono privados».
MAL ENTENDIDO
La defensa del acusado afirmó que todo se trata de un malentendido por parte del estudiante que cuestionó su testimonio. Además, señaló que la sala donde supuestamente ocurrió la agresión tenía una ventana a la altura de una calle concurrida, la cual el maestro abrió, un acto que no concordaría con una supuesta agresión.
El acusado aseguró que la denuncia lo afectó gravemente y tuvo que asistir a 63 sesiones de terapia psicológica. Días después de la denuncia, el Tribunal de Justicia de Almansa emitió una orden de alejamiento de 300 metros para el maestro respecto al niño. «Me arruinó mi trabajo, nadie llevará a sus hijos allí», explicó el maestro.
Tanto el fiscal como la acusación privada cuestionaron el testimonio del acusado, mencionando que sus declaraciones habían cambiado durante el proceso en comparación con las primeras declaraciones en Almansa, donde en ningún momento negó abrazar a ningún estudiante. «En ese momento dije eso porque estaba muy afectado y pensé que preguntaban sobre intenciones sexuales», sostuvo el maestro al respecto.
El abogado defensor afirmó que no es ilegal abrazar a alguien, agregar personas en Instagram o llamar a alguien lindo, y que la acusación debe demostrar que se tocó el pecho del alumno. Por el contrario, el fiscal aseguró que las palabras de la víctima mantenían toda la coherencia necesaria para ser verdaderas. El juicio continuó con la declaración de testigos.